Dedicamos este mes nuestra sección, a la gran Viví Escrivá. Desde aquí, nuestro pequeño homenaje a esta indispensable ilustradora que acaba de recibir el Premio Nacional de Ilustración 2021 del Ministerio de Cultura:
“por su dilatada trayectoria de gran calidad gráfica, que comenzó en los años 70, siendo una de las ilustradoras que marcó el rumbo del álbum ilustrado en España en un momento en el que empezaba a despertar el sector editorial y muy especialmente el del libro infantil. Dedicó su energía y experiencia a luchar por los derechos de los profesionales de la ilustración participando del asociacionismo en España. Ha influido en generaciones de lectores, siendo un referente indiscutible y haciendo una gran labor por el fomento de la lectura”.
El niño y el árbol. Ediciones Júcar, 1988 |
Nacida en Valencia en 1939 en el seno de una familia acomodada de artistas, empezó a dibujar desde muy joven. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia y luego en la de San Fernando de Madrid.
Comenzó su labor como pintora y, después ilustradora de libros infantiles y escolares. En los años 70 colaboró en TVE en el programa “Un globo, dos globos, tres globos” y con trece audiovisuales que bajo el título ‘Las palabras vivas’ trataban sobre la creación del libro.
Su labor como pintora y escultora, la compaginó con la
realización de marionetas, muy conocidas fueron las de El retablo de Maese
Pedro de la ópera de Falla para TVE.
Esa relación con el espectáculo de títeres y el teatro tiene mucha influencia en su obra. Así, ilustra obras teatrales como La estaca mágica de Juan Antonio de Laiglesia, El conde Sol de Carmen Conde o La cabeza del dragón de Valle-Inclán.
El conde Sol. Editorial Escuela Española, 1983 |
La cabeza del dragón. Espasa-Calpe, 1988 |
Dos cuentos de princesas. Altea,1981 |
En 1982 fue incluida en la Lista de Honor del Premio Andersen y recibió el Premio Austral Infantil en 1991 por Cuando Lía dibujó el mundo, escrito por ella misma, libro que fue seleccionado en 2000 por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez como una de las cien obras de Literatura infantil española del siglo XX. Obra preciosa en la que podemos ver un cierto paralelismo con su propia vida y su forma de ver el arte.
“En esta profesión hay algo de magia; lo que la mente imagina, las manos lo representan y a veces me sorprende el resultado, no siempre por satisfactorio, pero sí por sincero y nunca superficial.” (Revista Lazarillo, n.9. 2003 p. 74).
Cuando Lía dibujó el mundo. Espasa-Calpe, 1991 |
En la década de 1980 a 1990 realizó la ilustración de más de 40 libros en las grandes editoriales de literatura infantil del momento.
Un hatillo de cerezas. SM, 1987 |
Los doce ladrones. Algaida,1992 |
Filemón, el arrugado. Michael Ende. Alfaguara, 1987 |
Alejandro no se ríe. Anaya, 1988 |
Para
entonces, su estilo ya ha quedado definido, suavizando el fuerte expresionismo
de los primeros trabajos, con influencia del románico, pero menos rígido y más
emotivo. Sus personajes son sencillos, que transmiten ternura. Solamente con
sus lápices y sus acuarelas, Viví recrea una atmósfera de suavidad y cierto
misterio.
Durante la primera década del 2000 vuelve a retomar la pintura para hacer exposiciones y, por entonces, trabaja más para la ilustración de editoriales extranjeras que para las de aquí. “El porqué habría que preguntárselo a los editores” (Lazarillo, n.9.2003).
Animales de granja. SM, 1997 |
La fábrica de nubes. SM, 1991 |
Para conocer más sobre la obra y vida de Viví Escrivá, os recomendamos el vídeo realizado por Alberto Urdiales en 2017 “Cuando Viví dibujó el mundo”
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