Los ciudadanos/as son la razón de ser y de existir de las bibliotecas públicas, y si algo caracteriza a las bibliotecas en la actualidad es el hecho de adaptarse a la comunidad a la que sirven. Las bibliotecarios/as tenemos la necesidad de conocer a fondo las demandas de la comunidad para responder a la diversidad de intereses que puede haber por razón de edades, formación, información, intereses, aficiones, inquietudes intelectuales, situación laboral, nivel económico, país de procedencia, etc.
Para satisfacer las necesidades y demandas informativas de los ciudadanos/as, la biblioteca pone a su disposición distintos canales de participación en la gestión bibliotecaria. Ninguna de las vías de participación del ciudadano/a en la biblioteca es lo suficientemente transitada. Por ejemplo las hojas impresas o buzones electrónicos de reclamaciones, iniciativas, y sugerencias que no se toman como una herramienta de mejora, seguramente porque el ciudadano/a considera que finalmente no será oído. Igualmente el servicio de desideratas o sugerencias de compra es una vía de participación poco explorada y que merece toda nuestra atención atención, por tratarse de un servicio estrella de la biblioteca, un servicio que se imbrica íntimamente en la política de selección y adquisición de documentos, y a nadie se le escapa que una de las funciones clave de las bibliotecas es adquirir documentos de acuerdo a las necesidades de quienes van a utilizarlos.
Las sugerencias de compra de nuestros usuarios/as contribuyen a orientar la biblioteca al usuario y al usuario a orientar a la biblioteca. En este diálogo entre la biblioteca y el usuario en el que se hacen explícitas las expectativas de éste depositadas en aquélla, las desideratas se nos presentan como un instrumento de comunicación, actualización y renovación de fondos: nos informan de la publicación de novedades, nuevas ediciones, de los títulos integrantes de las frecuentes trilogías, tetralogías, de colecciones de cómics y de otras obras en varios volúmenes que puede escapar del control bibliotecario. Asimismo nos ponen en alerta sobre la obsolescencia del contenido de determinadas obras: legislación, guías turísticas, informática, traducciones superadas y por tanto, y aunque los usuarios/as no sean conscientes de ello, nos aportan una herramienta de ayuda a la tarea de expurgo y reposición de ejemplares.
Ayúdanos a hacer una biblioteca para ti, para todos
(Extracto del artículo: Boletín de la ANABAD, ISSN 0210-4164, ISSN-e 2444-7293, Tomo 60, Nº 2, 2010, págs. 99-124. Autores: Elena Maroto Galán, Antonio Niño Herranz y Eduardo Ruiz Butista )
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