Grandes descubrimientos de la ciencia motivados por los eclipses lunares.

Disfruta de la superluna de sangre, y para sacar el máximo partido del espectáculo celeste de esa noche, os animamos a hacer uso de la biblioteca, donde ponemos a disposición de nuestros usuarios la  guía "Observar los eclipses de sol y de luna", disponible para el préstamo en la sala infantil.

A lo largo de la historia, el ser humano se ha sentido atraído por la contemplación de cuerpos y fenómenos celestes. Sobre ellos, ha proyectado las más diversas historias, interpretaciones e hipótesis. Así mismo, a través de la observación de eclipses lunares dio lugar a grandes descubrimientos.
En los primeros capítulos de esta guía de observación de eclipses, dedicados a las curiosidades históricas ligadas a estos fenómenos, nos cuentan lo siguiente:

"El primer gran descubrimiento ligado a la observación de los eclipses de Luna fue el de la forma de la Tierra. Parece ser que ya en el siglo VI a.c., los griegos se habían percatado de que la luz de la Luna proviene del Sol y que lo que se proyectaba sobre nuestro satélite era la sombra de la Tierra. Entonces pudieron relacionar la forma de la sombra con la de la propia Tierra [...] que es una prueba de la redondez de la Tierra, puesto que una esfera es la única forma que, iluminada desde diferentes ánculos, produce siempre una sombra con esa forma. "

"En al siglo III, el estudio atento de la duración de los eclipses de Luna permitió a Aristarco de Samos realizar un cálculo aproximado de la relación entre las dimensiones de la Tierra y de la Luna, así como la distancia entre ambos cuerpos."