Los grandes banquetes celebrados durante el solsticio de invierno hunden sus raíces en la noche de los tiempos, procede de las comilonas que los romanos efectuaban durante la festividad de los Saturnales.
Durante la Navidad, desde tiempo inmemorial, grandes y chicos se endulzan el paladar gracias a una variadísima gama de golosinas estacionales. El origen de la mayoría de estos productos está íntimamente ligado al significado del trigo (u otros granos), un alimento de importancia capital para la supervivencia humana que siempre se tomó por el regalo más precioso de los dioses. Hasta hace apenas un siglo, en toda Europa se mantuvo aún vigente una tradición agraria consistente en reservar el grano de la primera gavilla de cereal recolectado en la última siega par elaborar con esa harina el "pan de Navidad", un alimento que se creía cargado de propiedades mágicas.
Una variante de este pan es el roscón navideño, en el que era costumbre esconder una moneda de plata con la finalidad de proporcionarle suerte todo el año a aquel que se la encontrara en su porción. Este ritual lo vemos hoy en nuestro tradicional Roscón de Reyes.
La harina sirvió también de base para inventos culinarios mucho más sofisticados y memorables que el pan, como son los tradicionales roscos o rosquillas de anís, que en España nos dejan los árabes.
Los turrones, probablemente inspirados en una fórmula culinaria muy antigua, que ya en tiempos precristianos fue común en todas las regiones productores de almendras y miel, se incorporaron a la mesa de Navidad alrededor del siglo XVI, conservando desde entonces si merecido título de dulces de navideños por excelencia.
El mazapán, es de origen incierto. Para unos es árabe, para otros nació en Alemania, aunque en estas tierras nos gusta creer lo que Teófilo Arroyo Pérez defiende en su tesis doctoral: el mazapán se les debe a las monjas del monasterio toledano de San Clemente, que lo elaboraron por primera vez en 1214, "el año del hambre".
Este post es un apunte del libro "Mitos y tradiciones de la Navidad" de Pepe Rodríguez. Un ensayo sobre los orígenes paganos de estas fiestas lleno de datos curiosos que os sorprenderá. No podréis comprarlo en librerías por estar descatalogado. Si os interesa tenéis la suerte de tenerlo disponible para ser prestado en la Sala de Adultos de esta biblioteca.
Durante la Navidad, desde tiempo inmemorial, grandes y chicos se endulzan el paladar gracias a una variadísima gama de golosinas estacionales. El origen de la mayoría de estos productos está íntimamente ligado al significado del trigo (u otros granos), un alimento de importancia capital para la supervivencia humana que siempre se tomó por el regalo más precioso de los dioses. Hasta hace apenas un siglo, en toda Europa se mantuvo aún vigente una tradición agraria consistente en reservar el grano de la primera gavilla de cereal recolectado en la última siega par elaborar con esa harina el "pan de Navidad", un alimento que se creía cargado de propiedades mágicas.
Una variante de este pan es el roscón navideño, en el que era costumbre esconder una moneda de plata con la finalidad de proporcionarle suerte todo el año a aquel que se la encontrara en su porción. Este ritual lo vemos hoy en nuestro tradicional Roscón de Reyes.
La harina sirvió también de base para inventos culinarios mucho más sofisticados y memorables que el pan, como son los tradicionales roscos o rosquillas de anís, que en España nos dejan los árabes.
Los turrones, probablemente inspirados en una fórmula culinaria muy antigua, que ya en tiempos precristianos fue común en todas las regiones productores de almendras y miel, se incorporaron a la mesa de Navidad alrededor del siglo XVI, conservando desde entonces si merecido título de dulces de navideños por excelencia.
El mazapán, es de origen incierto. Para unos es árabe, para otros nació en Alemania, aunque en estas tierras nos gusta creer lo que Teófilo Arroyo Pérez defiende en su tesis doctoral: el mazapán se les debe a las monjas del monasterio toledano de San Clemente, que lo elaboraron por primera vez en 1214, "el año del hambre".
Este post es un apunte del libro "Mitos y tradiciones de la Navidad" de Pepe Rodríguez. Un ensayo sobre los orígenes paganos de estas fiestas lleno de datos curiosos que os sorprenderá. No podréis comprarlo en librerías por estar descatalogado. Si os interesa tenéis la suerte de tenerlo disponible para ser prestado en la Sala de Adultos de esta biblioteca.
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