Tomi Ungerer es una leyenda de la literatura infantil. Insolente, ingenioso, rebelde, provocativo, mordaz o excéntrico son calificativos a menudo utilizados para describir a este genial artista, que aparte de escritor e ilustrador, también ha sido diseñador gráfico, escultor, inventor y arquitecto.
Nacido en Estrasburgo (Francia) en 1931, su infancia estuvo marcada por acontecimientos que han influido en su obra: por un lado, la muerte de su padre cuando tenía tres años; y por otro, la ocupación nazi en su región, Alsacia, en 1940, y la posterior guerra.
Tomi escribió un libro de memorias llamado Tomi, a childhood under nazis, que cuenta lo que vivió durante los años de invasión y guerra, y que incluye dibujos realizados en esa época.
Después de su "ajetreada" infancia y tras unos años de formación y viajes, en 1956 emigra a Nueva York. Llegó con sesenta dólares en el bolsillo y una inmensa fascinación por esta ciudad, donde empezó a trabajar como diseñador gráfico para prensa...
... y pronto, como ilustrador de literatura infantil. La serie de "Los Melops" (1957), sobre una aventurera familia de cerdos franceses, fue su primer éxito.
Nacido en Estrasburgo (Francia) en 1931, su infancia estuvo marcada por acontecimientos que han influido en su obra: por un lado, la muerte de su padre cuando tenía tres años; y por otro, la ocupación nazi en su región, Alsacia, en 1940, y la posterior guerra.
Tomi escribió un libro de memorias llamado Tomi, a childhood under nazis, que cuenta lo que vivió durante los años de invasión y guerra, y que incluye dibujos realizados en esa época.
Después de su "ajetreada" infancia y tras unos años de formación y viajes, en 1956 emigra a Nueva York. Llegó con sesenta dólares en el bolsillo y una inmensa fascinación por esta ciudad, donde empezó a trabajar como diseñador gráfico para prensa...
Portada realizada para la revista "The New York Times" |
... y pronto, como ilustrador de literatura infantil. La serie de "Los Melops" (1957), sobre una aventurera familia de cerdos franceses, fue su primer éxito.
El hombre de la Luna (1966) trata sobre un hombre que vive aburrido en la Luna y desea bajar a La Tierra a echar un vistazo.
El bien y el mal están muy cerca en alguna de sus obras. Es el caso de El ogro de Zeralda (1967).
Esta ilustración aparece en la cubierta de Ningún beso para mamá (1973), inspirado en sus propios recuerdos de la infancia. Muestra a un gatito gruñón que odia que le besen.
Otro libro basado en sus vivencias es Otto, autobiografía de un osito de peluche (1999), que cuenta la historia de un osito que es separado de su dueño judío.
Hasta aquí una pequeña muestra del trabajo de este prolífico artista, que incluso tiene un museo que lleva su nombre. Si quieres saber más, te recomendamos el documental Far out isn't far enough: The Tomi Ungerer Story, estrenado en 2012.
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