Roberto Innocenti, el ilustrador del mes

 


Este mes de diciembre se lo dedicamos a uno de los grandes, Roberto Innocenti, nacido en Florencia en 1940.

De formación autodidacta, inició su trayectoria artística en un estudio de animación y también trabajó en el diseño de carteles para cine y teatro.

El primer libro que ilustró fue La Cenicienta de Perrault por encargo de un editor americano, ambientada en el Londres de los años 20. (Anaya, 1984)



Ya, por entonces, había empezado a dibujar alguna ilustración de Rosa Blanca (Lóguez, 1987).

Rosa Blanca “lo hice pensando en mi hija. En Italia no se quiere afrontar el problema del fascismo, por lo tanto, los niños no saben nada. Del extranjero vinieron a sacar el libro del cajón y publicarlo” (entrevista, Kalandraka TV).



Su versión de Las aventuras de Pinocho se ha consolidado en el mundo entero, traducido a más de 20 lenguas, permite que se lea y disfrute la auténtica historia creada y firmada por Carlo Collodi. (Altea, 1989)



Regresa al tema de la guerra con La historia de Erika y los acontecimientos trágicos en torno al tren de Auschwitz, también publicado en el extranjero, donde comenzaba a ser muy conocido como ilustrador; en Italia, sin embargo, no se había publicado ningún libro suyo.

Después ilustró El cascanueces de E.T.A Hoffmann, con imágenes tan trabajadas y minuciosas que resultó agotador. (Lumen, 1996)




Le apetecía hacer algo por diversión y creó una historia propia con El último refugio en el que, según nos dice Innocenti, “no sucede nada”, pero desfilan personajes muy conocidos del cine y la literatura que se retiran en ese refugio a descansar.



Canción de Navidad es una obra extraordinaria, muy documentada, llena de detalles y una muestra de cómo eran las calles de Londres en la época de Dickens.




La casa es otra idea totalmente suya, en la que es la propia casa la que relata cómo pasa por allí, todo el siglo XX.



La niña de rojo es una originalísima versión de Caperucita roja en la gran ciudad, rodeada de peligros como el consumismo, la violencia, la contaminación, etc.


Mi barco cuenta la historia de un navío que se está hundiendo, pero sin tristeza porque ha recorrido el mundo entero y lo ha vivido todo.



Destaca en su obra el gusto por los detalles más nimios, pero, también deja espacio a la fantasía del lector. "Por mucho que los editores digan que hay que ser sencillo con los niños, he descubierto que los niños no tienen ese peso extra de tristezas, recuerdos, pensamientos, estrés…Tienen la mente libre y, por tanto, abierta. Si les pones delante una cosa complicada, se divierten muchísimo desmontándola e intentando comprenderla” (Roberto Innocenti: el cuento de mi vida. Kalandraka, 2016. p.82).

Trabaja siempre en acuarela, a mano, sobre papel muy bueno, aunque cada vez le ha sido más difícil encontrar un buen papel “porque el ordenador lo ha invadido todo”

Entre otras distinciones, ha recibido la Manzana de Oro en la Bienal de Ilustración de Bratislava, la Medalla de Plata de la Sociedad de Ilustradores de Nueva York y, su mayor reconocimiento, el Premio Hans Christian Andersen en 2008.

Gran parte de sus obras han sido reeditadas por la editorial Kalandraka y os recomendamos la lectura de Roberto Innocenti: el cuento de mi vida, una larga y amena entrevista que le hace su amiga Rossana Dedola. Comienza así:

“No tuve familia. Mejor dicho, no tuve padres. Los que me dieron la vida nunca vivieron conmigo”.

Llévate en préstamo esta Navidad los libros del genial Roberto Innocenti.


Comentarios

  1. Excelente publicacion yo quiero aprender habilidades específicas en mis estudios de diseño y producción editorial en esta web https://fp-adistancia.es/curso-fp-diseno-y-produccion-editorial que me hagan más competitivo.

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