Por Camila Roibal, monitora de la actividad (firma invitada)
La
finalización del curso escolar y el comienzo del verano dieron paso a las
actividades que formaron parte del proyecto “Verano en la Biblioteca”, en el
espacio infantil de la Biblioteca Pública Fermín Caballero de Cuenca.
Mi nombre es Camila Roibal, soy
Psicóloga especializada en Psicoterapia Psicosomática de Equidad Feminista y
confeccioné, para esta ocasión, un proyecto con una arraigada base de
aceptación plena de las diferencias individuales que se expresan en cada uno de
los individuos que participaron en los talleres propuestos, así como de respeto
hacia el desarrollo saludable de la infancia.
La estimulación de la imaginación ocupó un
lugar central en los objetivos de este proyecto pues esto es fundamental para
que desarrollen al máximo su capacidad de aprendizaje y de enfrentamiento con
la vida. A través de la fantasía las criaturas expresan sus reinos interiores.
Esto fomenta su autoconsciencia, su percepción real de ellas mismas, así como
de su relación con el entorno.
El contenido de los talleres
tenía como objetivo estimular el autodescubrimiento así como la expresión del
“yo”, dándose cuenta de sí mismas y de su existencia en el mundo. Para
lograrlo, los ejercicios de concentración de la atención así como de
agudización de los sentidos son imprescindibles.
“Verano en la Biblioteca” ha sido un proyecto creado con la intención de ofrecer a niñas y niños un espacio para poder expresar sus procesos internos, esto es, darles la confianza para conocerse a sí mismas y a su entorno. Dar voz a las emociones, sensaciones y sentimientos ayuda a vivenciarlas de forma diferente, a resignificarlas, a dar una nueva narrativa, pero debe ir acompañada de la oportunidad de responsabilizarse de estas, como base de la autorregulación emocional, el desarrollo de estrategias de afrontamiento y de resolución de conflictos.
A lo
largo de las pasadas semanas se han utilizado técnicas proyectivas y narrativas
que ayudan a la recuperación del sentido y la apreciación del “yo” mediante la
traducción, reconocimiento y legitimación de las emociones y sentimientos. El
cuerpo lleva la cuenta, por lo que las experiencias sensoriales ayudan a
liberar y soltar los sentimientos, así como favorecen el procesamiento
adaptativo de la información. El juego creativo es una experiencia que, en sí
misma, produce movimiento y cambio, expande la naturaleza y las expresiones y
hace actuar con mayor seguridad y confianza. Es una autoterapia mediante la
cual se resuelven confusiones, angustias y conflictos. Se animó a las niñas y
niños a compartir sus creaciones, emociones y pensamientos con el grupo. Esto
es importante para el proceso individual de cada niña y para la experiencia
colectiva del grupo.
Todo lo anterior tuvo como base
diferentes lecturas de la biblioteca para revisar los temas de las emociones,
el autoestima, la amistad, la esperanza y los sueños. Además, se realizaron
ejercicios de yoga, meditación y asambleas.