Los libros de este ilustrador japonés te atrapan, tienen algo especial que se queda contigo para siempre. Es común a todas sus obras una combinación de humor, surrealismo, ingenio y filosofía. Y desde el punto de vista visual la utilización de pocos colores, líneas marcadas y elementos propios del lenguaje del cómic.
Captura los momentos cotidianos de la vida y los llena de pequeños detalles
que los hacen interesantes tanto para niños como para adultos, que disfrutan
pensando un buen rato. Por algo, todo lo que hace se convierte en superventas
en Japón.
A Shinsuke Yoshitake lo conocimos con Atascado, un álbum absurdo en el que
vemos al protagonista quedar atrapado en su propia ropa y, resignado, crea una
serie de situaciones de lo más tronchante.
En Ese robot soy yo, Kenta, el protagonista, decide comprar con sus ahorros
un robot para que se haga pasar por él y le haga todas las tareas que le
resultan más tediosas, en el camino a casa el robot le pide que le explique
quién es y cómo es, qué le gusta y qué no, y más detalles sobre su personalidad
que Kenta va explicando, y que arrancará más de una sonrisa.
La curiosa librería es una obra preciosa, imprescindible para los muy
amantes de los libros, cuyo hilo conductor es el librero
que atiende encantado las peticiones de los clientes sobre sus lecturas o sobre
artilugios maravillosos relacionados con los libros.
En Me aburro, editado por Pastel de Luna,
vemos un niño que se aburre como una ostra y piensa qué es lo que hace
que una cosa sea aburrida. Una oda genial al aburrimiento.
Te recomendamos encarecidamente los álbumes de este autor. Acércate a la
biblioteca y llévatelos.
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