La epidemia de gripe de 1918 en Cuenca. Primera ola (mayo - julio de 1918)

 

El Boletín Oficial de la Provincia de Cuenca del 10 de Junio de 1918 daba la noticia de la declaración de la epidemia de gripe por parte de la Junta Provincial de Sanidad en sesión del 7 de Junio. 

La prensa local venía dando noticias desde mayo de una "enfermedad de moda" en Madrid que había afectado al mismísimo Rey Alfonso XIII, y se calculaba que a 80.000 personas.

Con toda probabilidad la gripe se propagó hasta Cuenca a través del ferrocarril y desde finales de mayo y el mes de junio comenzaron los casos en la capital. "La Información Médica", revista quincenal del Colegio de Médicos de Cuenca dedicaba un artículo en su número de 30 de mayo de 1918, titulado "La epidemia de gripe". Calificaba de pandemia la enfermedad y afirmaba que estaba extendida por toda España, sobre todo, en las grandes poblaciones como Madrid y Barcelona. En Cuenca aumentaban los casos. La forma que presentaba era la típica de la influenza (gripe), laxitud, pesadez de miembros, dolor de cabeza y fiebre, y dolor, sobre todo, lumbar. La calificaba de benigna con respecto a la cantidad de invadidos, pero recomendaba cautela en los enfermos crónicos y ancianos.

En esta misma publicación, en el número de 15 de julio de 1918, el médico Manuel Gómez concluía que la gripe había atacado sobre todo a individuos adultos, que en general, había cursado sin complicaciones, y que en los viejos y enfermos crónicos de vías respiratorias y corazón, se había manifestado de forma grave.

El periódico conquense El Liberal en su número de 1 de junio afirmaba que la epidemia había afectado en la capital a un 30% de la población, y esperaba que la llegada del calor hiciera desaparecer la gripe.

El 8 de julio la Inspección Provincial de Sanidad declaraba el fin de la epidemia. En esta primera ola no se recogieron datos de contagios ni de mortalidad. Los colegios no se cerraron al estar muy próximo el fin de curso, ni se prohibieron actos multitudinarios como la inauguración de los jardines de la Diputación Provincial.

Tras una breve tregua, en septiembre llegaría una segunda ola de mayor trascendencia por su duración y mortalidad.