Sus libros se caracterizan por contener textos breves y dibujos sencillos pero muy evocadores, dejando que el lector imagine y reflexione sobre lo representado.
Considerado un "clásico contemporáneo" de la literatura infantil, su carrera se extendió durante más de seis décadas. Comenzó en 1963 cuando publicó Borka: las aventuras de un ganso sin plumas, cuya historia recuerda a El patito feo y que se convirtió en un éxito inmediato.
Poco después apareció Trubloff, el ratón que quería tocar la balalaica (1964), con protagonista soñador y aventurero. Burningham creó historias profundas y conmovedoras.
Las estaciones (1969) es un álbum precioso sobre la sucesión de las estaciones a lo largo del año. Maurice Sendak afirmó que Burningham creaba "poesía visual" y este libro es un buen ejemplo de ello.
Pero su obra también destaca por su sentido del humor. Una muestra es ¿Qué prefieres...? (1978), un clásico de la literatura infantil.
En La cama mágica (2003), el protagonista estrena nueva cama y descubre nuevos lugares gracias a ella.
Según él, una de las claves de su éxito residía en que siempre trató al público infantil con el máximo respeto, no como si fuesen bobos.
Eduardo, el niño más terrible del mundo (2006) |
"Los niños no son menos inteligentes, solo menos experimentados", opinaba.
No podemos estar más de acuerdo, Mr. Burnigham.
No podemos estar más de acuerdo, Mr. Burnigham.
Puedes seguir disfrutando de su obra en la sala infantil de la biblioteca.
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