El ilustrador del mes: Óscar Villán

En esta sección nos gusta ir alternando autores españoles y extranjeros y este mes nos toca barrer para casa. El elegido es el orensano Óscar Villán (1972).

Formado en Bellas Artes, su estreno en el campo de la literatura infantil no pudo ser mejor ya que su primera obra, El pequeño conejo blanco (1998), en colaboración con Xosé Ballesteros, recibió el Primer Premio Nacional de Ilustración en 1999.  

Desde entonces, ha trabajado en más de una treintena de titulos, la mayoría de los cuales han sido publicados por la editorial KalandrakaLa cebra Camila (1999) es otro de sus primeros "éxitos", donde la entrañable protagonista pierde las rayas y busca ayuda para reponerlas. La historia está muy bien contada en este vídeo de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez.


También es muy conocido La mora (2005), adaptación de un cuento popular y muy apropiado para ser leído en estas fechas de recolección del fruto, aunque algunos a lo mejor se escandalizan por su final.

En colaboración con Tim Bowley, narrador y especialista en cuentos tradicionales de todo el mundo, tiene publicadas dos obras: El Rey Oso Blanco y otros cuentos maravillosos (2010) y No hay escapatoria (2012), donde retrata sobre todo seres humanos, a diferencia del resto de sus creaciones llenas de animales. 

Ha ilustrado también la exitosa colección "De la cuna a la luna", con textos de Antonio Rubio y que consta de diez títulos. Se basa en pictogramas poéticos o "poegramas" y está dirigida a niños de entre 0 a 3 años. Una delicia de colección, llena de rimas y musicalidad.

Algunas páginas de los libros de la colección "De la cuna a la luna".


Todos los títulos nombrados están en nuestras estanterías, así como Un bicho extraño (2009) o Adivinanzas de animales (2004).

Ilustración de Adivinanzas de animales.

Aparte de su trabajo dentro de la literatura infantil, Óscar también diseña e ilustra carteles, revistas y hasta etiquetas de cerveza. También ha creado títeres de barro y, por lo que hemos visto en su web, es un gran fotógrafo. 

Escena de una obra con títeres creados por Óscar Villán.

Quizás te sorprende la sencillez de sus ilustraciones, con pocos detalles; en ocasiones, sus dibujos pueden parecer algo "toscos". Por eso nos gusta, por su peculiar estilo. La desproporción en las figuras es una de las peculiaridades de su obra que más destaca, tanto en las de animales como en las humanas.

Ilustración de El pequeño conejo blanco.
Pues hasta aquí una pequeña muestra de la obra de Óscar Villán, artista al que seguiremos la pista.



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