El aspecto de sus ilustraciones es fácilmente reconocible. Usaba pincel y acuarela, tinte industrial o pastel, y sus personajes son cómicos, irreverentes y un tanto chiflados. Algunos de sus protagonistas son animales, que ella adoraba, (incluso poseía una granja de caballos), es el caso de El doctor Guau, Los animales me aterrorizan, El libro apestoso o Miamor.
Por si fuera poco, también se atrevió a romper con los estereotipos de género en La princesa listilla o El príncipe ceniciento, donde los protagonistas no son los típicos príncipe y princesa que estamos acostumbrados a ver en otros cuentos.
Aunque Babette Cole ya no esté, sus obras permanecerán en nuestros estantes durante muchos años. ¡No te las pierdas!.
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