La ilustradora de la que te hablamos este mes es una de las más originales y creativas de cuantas tenemos en la biblioteca. Se llama Kveta Pacovska, nació en Praga en 1928 y además de ilustrar libros es pintora y escultora.
Empezó ilustrando cuentos porque quería compartir una actividad con sus dos hijos, “por la alegría de crear algo con ellos” y debutó con dibujos que acompañaban los textos de autores clásicos como los hermanos Grimm o Andersen, pero lo que le dio popularidad fueron las ilustraciones que hizo para Momo, de Michael Ende.
Pero llegó un momento en el que Kveta dejó de ilustrar para otros y empezó a crear su propia obra a partir de los años 90: El pequeño rey de las flores (1991); Cenicienta (2012); Uno, cinco, muchos (2010); La merienda (2012); Colores, colores (2012); o Cenicienta (2012).
De ella destacamos el uso de colores vivos y formas geométricas, por lo que es posible que algunas imágenes suyas os recuerden a cuadros de pintores como Joan Miró o Paul Klee.
Durante toda su carrera, Kveta ha experimentado y arriesgado con nuevas formas y materiales. Esta capacidad de búsqueda e innovación ha sido reconocida con numerosos premios, el más importante de ellos es el Premio Andersen, que recibió en 1992.
¡Búscala en la biblioteca!
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