Federico Muelas: la voz poética de Cuenca

El 7 de octubre de 1909 nació en Cuenca Federico Muelas y Pérez de Santa Coloma, posiblemente el poeta más relevante de nuestra ciudad.

Inicialmente cursó la carrera de farmacia (con grandes dificultades debido a una ceguera repentina que le había sobrevenido anteriormente y de la que más tarde se recuperó). En el inicio de la posguerra también cursó estudios de periodismo, escribió muchos artículos en diversos diarios. Su gran deseo de escribir le llevó a participar en tertulias literarias y hasta impulsar él mismo una, que denominó El Ateneo, a la que acudían José García Nieto y Camilo José Cela. Fue editorialista y hasta guionista de cine en varias películas españolas de los años 60. Escribió narrativa, alguna obra de teatro, algún ensayo Sorpresa España (1962) y también se aproximó a los lectores con El niño que tenía un vidrio verde (1976). También fue Cronista Oficial de la ciudad, dándola a conocer por toda España en sus numerosos discursos y pregones. Pero sobre todo fue un gran poeta, el poeta de Cuenca por excelencia, ciudad que le conmovió profundamente y a la que cantó de forma continuada en sus versos.

Fotografía recogida de aquí

El tema más marcado en sus poemas fue un continuado canto a Cuenca. Pero su profunda imaginación y su gran creatividad le hicieron destacar en el panorama literario del momento, siendo uno de los integrantes más memorables de la llamada Generación de 1936. Su poesía fue inicialmente popularista y humanista, reflejando a menudo también una profunda religiosidad, pero también tuvo acercamientos al Postismo y al Surrealismo. Su poesía vanguardista es sorprendente, a veces rebelde y de carácter existencialista y social.

Participó en numerosas revistas y fundó algunas. Junto con Gabino-Alejandro Carriedo y Ángel Crespo creó en 1950 “El Pájaro de Paja: carta circular de la poesía” (Madrid, 1950-1956), que pretendía alejarse del contexto oficial de la poesía española de posguerra e intentaba hermanar la poesía social y humanista con las nuevas corrientes del surrealismo y las vanguardias. Se publicaron once números y Federico Muelas participó en nueve de ellos con poemas de carácter más existencial y sin relación alguna con su tierra, como el que os mostramos a continuación, titulado “La cosecha”.

 

LA COSECHA

ACONTECE

   porque el reloj se para cuando lo dejan solo,

   porque el enterrador maltrata a los murciélagos,

   porque el pez más delgado sortea los murmullos,

   porque la sinfonía apesta a corazón.

 

         Como un seno intangible, como una marihuela,

   acaso como púrpura no besada por nadie

   o ese centauro triste del viento en el remanso,

   vengo para deciros: malévolos o tímidos,

   colegiales marchitos de la decencia pobre,

   alfombrad con pacientes disimulos las horas,

   venid en tresbolillo, olivos sapientísimos

   y descargad cual ciervos momentáneos o rayos

   la cólera brevísima que los cielos exportan.

   Venid a coordinar simplísimas distancias,

   a equivocar amantes barajando pasiones,

   yo sé, porque sesteo,

   tú sabes, porque sufres,

   él sabe por constante y aquél por desleal,

   pero en las tardes frías, bajo guardacantones,

   esconden los espías sus dijes misteriosos,

   mientras la primavera, lejanísima y dulce,

   empaca entre murmullos la miel del bienestar.

 

 


Puedes encontrar las publicaciones de Federico Muelas en nuestra Biblioteca: https://cutt.ly/Jgw1u3B

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